lunes, 7 de febrero de 2011

MORTALIDAD INFANTIL-IMPRESIONA PENSARLO

El Bolsón (RCC-BOLSON).-

Impresiona pensarlo, a los argentinos se nos mueren “seis chicos más” que a los cubanos, en el primer año de vida.



Sí, sí…… todo muy lindo de movida, pero los seis cubanitos esos que ellos salvan de morir en el primer año, van a crecer y un día tendrán dieciseis años.



Pensemos que serán terriblemente infelices porque:



NO podrán dormir abandonados en las calles.

NO podrán como los chicos argentinos ir presos a esa tierna edad.

NO podrán esperar hasta los diez y ocho años para votar porque ejercen el derecho de voto a los dieciséis).

NO podrán ser secuestradas las chicas para trabajar en prostíbulos provinciales.

NO podrán desertar de primaria, secundaria y universitaria.

NO podrán integrar barras bravas, porque allá esos grupos no existen.

NO podrán ser asesinados por ladrones, mafias de la droga ni policías gatillo fácil.

NO podrán fingir tener 18 años para ingresar a un Bingo, Casino ó Hipódromo y jugar por dinero, porque en Cuba no hay esos establecimientos.

NO podrán dejar de amar, admirar y emular al Cónsul argentino en Nueva York José Marti, porque ese hombre es el ideólogo de todo lo bueno

que ocurrió, ocurre y ocurrirá en Cuba revolucionaria.

NO podrán dejar de generarnos una sana envidia por su formación social, cultural e internacionalista. Ojalá aprendamos de ellos.



Si me querés enviar algún otro NO que se te ocurra hacelo, lo sumaré gustoso a este texto en el blog del Museo del Che Guevara que fundé y dirijo.

Eladio González toto director L.E. 4.406.514












La Habana, lunes 3 de enero de 2011



¡ 4,5 !

Termina el 2010 con una tasa de mortalidad infantil de 4,5 por 1 000 nacidos vivos, la más baja registrada en nuestro país en toda su historia.

Villa Clara encabeza la lista: 2,5. Otras siete provincias y el municipio especial Isla de la Juventud muestran tasas por debajo de 5,0.

Veintitrés municipios con cero mortalidad. Se produjeron 127 710 nacimientos

JOSÉ A. DE LA OSA

En MONCADA

Una justa mirada al comportamiento de las tasas de mortalidad infantil en los últimos 51 años, nos lleva de la mano a comprender los desvelos de la Revolución a favor de la salud y el bienestar de la madre y el niño.

La tasa alcanzada en el 2010 —4,5 por mil nacidos vivos, sin precedentes en Cuba—, no es más que la confirmación de ese indeclinable y colosal esfuerzo de un país pobre y criminalmente bloqueado, que ha logrado situarse como la nación de las Américas con más baja mortalidad infantil, indicador internacional que mide la calidad con que una sociedad atiende y protege a las gestantes, a las puérperas y a los niños.

En el año recién concluido se produjeron 127 710 nacimientos. En relación con el 2009 esta cifra representa una disminución de la natalidad de 2 326 niñas y niños, aunque cabe destacar que en el 2010 se registraron 45 defunciones menos. Villa Clara logra la más baja mortalidad del país (2,5), y otras siete provincias se sitúan por debajo de 5,0: Holguín, 3,0; Cienfuegos y Matanzas, 3,7; Camagüey, 4,4; Granma, 4,7; Pinar del Río y Sancti Spíritus, 4.9. El municipio especial Isla de la Juventud muestra 2,8. Las provincias con un resultado superior a 5,0 no sobrepasan una tasa de 5,7, exponente de la equidad de nuestro sistema social.

Entre los factores que han contribuido a estas favorables tasas se encuentran, en primer lugar, la voluntad política del Gobierno revolucionario de ofrecer atención a la salud a todos los ciudadanos, con especial esmero a las madres y los niños; la existencia de un alto grado de escolarización de la población; un programa de vacunación que abarca 13 enfermedades, con una cobertura de prácticamente el ciento por ciento de los niños, lo que ha conducido a la erradicación y control de varias afecciones prevenibles mediante la inmunización.

También por disponer de un sistema de salud universal, accesible y gratuito para toda la población, sustentado en una amplia red de centros asistenciales e instituciones de atención primaria, junto a sistemáticas campañas de promoción y prevención.

En general, los gastos por habitante en salud que eran de 3 pesos con 72 centavos en 1959 (con una población de unos siete millones), el pasado año 2010 se elevaron hasta los 576 pesos per cápita para los 11 242 628 habitantes.

23 MUNICIPIOS CON CERO MORTALIDAD INFANTIL, 2010.

PROVINCIAS-MUNICIPIOS

Pinar del Río Candelaria
La Habana
Batabanó

Viñales
Nueva Paz

Bahía Honda
Madruga

Matanzas
Varadero
Villa Clara
Quemados de Güines

Ciénaga de Zapata
Encrucijada

Cienfuegos
Cruces
Camajuaní

Rodas
Sancti Spíritus
La Sierpe

Ciego Ávila
Bolivia
Camagüey
Esmeralda

Florencia




LO QUE NO REVELAN LAS ESTADÍSTICAS DE LA MORTALIDAD INFANTIL

- Nelson García Santos - Juventud Rebelde

Tras las estadísticas se esfuma siempre lo verdadero que está en sus propios orígenes. Ahora mismo, la tasa de mortalidad infantil de 2,5 por cada mil nacidos vivos lograda en Villa Clara indica un hecho sin precedentes en Cuba, pero detrás de ese guarismo hay historias impresionantes.

Y, en última instancia, muestran esa profesionalidad del personal de la Salud que sabe salir airoso en casos extremos, cuando más vale.

No todos los niños —nacieron 8 083— vinieron a este mundo sin complicaciones, 546 estuvieron en estado grave y algunos en una situación muy crítica como consecuencia del bajo peso, alumbramientos antes de las 37 semanas, malformaciones congénitas y sepsis, por citar la causas principales.


Hubo que apoyar con respiración artificial a 75 e intervenir quirúrgicamente a 20 recién nacidos. Estos últimos por malformaciones congénitas, principalmente del tubo digestivo.
Fueron momentos muy tensos que se vivieron durante el parto, en el quirófano o en las salas de terapia intensiva, mientras los padres esperaban por la frase del médico que les devolviera el alma al cuerpo: «Están fuera de peligro».


La doctora Belkis Lorenzo González, al frente del Programa de Atención Materno Infantil, conoce muy bien esa historia de la batalla por la vida que se libró sin descanso, en la que pudo más la pericia y la dedicación, como lo revela el hecho de que solo fallecieron 16 de los 546 que estuvieron en estado grave y algunos en una situación muy crítica.


Solo centros asistenciales de alto nivel en este mundo son capaces de lograr este resultado teniendo en cuenta el estado de los pacientes, precisa.


Aunque el logro se cimentó desde la mismísima atención primaria, vale subrayar el aporte del personal médico del hospital infantil José Luis Miranda y del hospital materno Mariana Grajales, ambos de esta ciudad. En el primero fueron atendidos en terapia intensiva 321 niños, y en el segundo 225, el total de los que presentaron las mayores complicaciones.

Si trascendente fue la tasa de mortalidad infantil lograda por Villa Clara, también es impresionante que no hubo que lamentar el fallecimiento de ninguna madre, a pesar de que 1 915 embarazadas estaban consideradas de alto riesgo.

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